MIRADAS INTERMEDIAS
MIRADAS INTERMEDIAS
Permítanme hacer mía una parte del poema que el gran sonero Ismael Rivera escribiera para que luego fuera una de las canciones de culto de todas las barriadas negras latinoamericanas ,desfile de negrura de la pura, que viene de allá abajo, Las caras lindas de mi gente negra ,son un vacilón.
¿Por qué no debería estar permitido a un pintor de La Vela, hacer un canto a la belleza plástica de la mujer negra?
¿Por qué la inspiración creadora que engendra el esplendor de la serranía falconiana en poetas como Hugo Fernández Oviol o Lidda Franco Farías no podría ser alcanzado por los pinceles? a fin de cuentas, ¿Qué separa la pintura de la poesía?
He contemplado muchas miradas en los mercados, en los barrios, en las plazas de los pueblos, me he detenido en cada una de ellas.
No he dado rienda suelta a mi sensibilidad, simplemente he dejado que aflorara…. No me ha hecho falta recurrir a mi imaginación, se ha despertado de forma espontanea.
He descubierto miradas flexibles, tonos matizados de piel, juegos de luces y sombras, todas ellas con algo indefinible y solapado, que aparecen proceder detrás del lienzo, de muy lejos, como si Ibrahim López las trajera de las estrellas...
No hay sensación que pueda compararse a la de pintar la mirada de una mujer, que irradie una mezcla de orgullo, melancolía y resistencia, con sus tocados como viva herencia de la África negra.
He soñado con diosas negras y violetas, sobre sus dantas. Frescas, nacidas de las arenas de Rafuche, con sus rostros de belleza y fuerza
He soñado en la amante y la amada de ojos verdes y piel blanca aterciopelada
He pensado en la amante con instinto maternal
Me he entregado en cuerpo y alma a estas latitudes embrujadoras del arte
Sensible a la frecuencia de irradiación de la mujer
Al reencuentro con los pinceles
El soñar es un canto a las palabras indefinidas, un canto a la esclavitud de los colores, un canto a las miradas intermedias.
Jhomar Loaiza
Jhomar Loaiza
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